La iluminación siempre es un factor determinante en el éxito de un comercio. Es a través de la vista el modo en el que percibimos la gran parte de información de nuestro entorno. Iluminar correctamente los productos que vendemos y el espacio en el que lo hacemos, nos permitirá mostrarlo más atractivo y ofrecer una experiencia de compra más satisfactoria para el cliente. Siendo la iluminación un elemento tan básico y necesario, ¿qué tal si buscamos una forma de hacerlo que suponga un mayor ahorro energético y un menor impacto en el medio ambiente?

Las cifras son reveladoras: una iluminación eficiente puede permitirnos un ahorro de hasta el 75% en la factura eléctrica. La iluminación nos ayuda a captar la atención desde la misma calle, guiar al cliente por ella, despertar en él sensaciones y, en definitiva, a estimular la venta. Es, por tanto, un elemento imprescindible en la estrategia y al que hay que dedicar atención. Por suerte, hoy existen formas de conseguir una buena iluminación para la farmacia asegurándonos un buen ahorro de energía.

“Una iluminación eficiente puede permitirnos un ahorro de hasta el 75% en la factura eléctrica.”

El LED consume alrededor de un 80% menos de energía que un foco normal. Es una fuente que optimiza la emisión y dirección de su luz, tiene una alta calidad, no requiere apenas mantenimiento, tiene una mayor vida útil, no emite rayos ultravioletas ni infrarrojos y produce una mínima pérdida por calor, lo que hace que no sean perjudiciales para la salud y que aseguren una mayor protección del medio ambiente.

“La estrategia lumínica debe ser integral y diseñarse pensando en su adaptación al cliente y al espacio.”

La iluminación LED ofrece muchos beneficios para la farmacia y una buena manera de incrementar su ecoeficiencia. Sin embargo, la estrategia lumínica de la farmacia debe ir más allá. Jugar con la luz natural, regular el flujo lumínico, colocar temporizadores, jugar con diferentes intensidades y temperaturas… La estrategia lumínica debe ser integral y diseñarse pensando en su adaptación al cliente y al espacio. Cada zona de la farmacia requiere de una iluminación diferente y un estudio previo y cuidadoso de ello será lo que nos permita conseguir un auténtico ahorro.

Trabajando una buena iluminación no solo disfrutaremos de un ahorro energético y presupuestario. Disfrutaremos también de los beneficios derivados de ofrecer a nuestros clientes una mejor experiencia de compra. Productos atractivos, secciones señalizadas, un clima óptimo… La estrategia lumínica nos ayudará a conseguirlo.

“Trabajando una buena iluminación no solo disfrutaremos de un ahorro energético sino también de los beneficios de ofrecer una mejor experiencia al cliente.”

En Concep· queremos ayudarte a definir la estrategia de iluminación que necesita tu farmacia buscando siempre el equilibrio entre eficiencia, ahorro y el menor impacto en el medio ambiente. Queremos darte unas pistas de cómo hacerlo y queremos que descubras nuestra forma de trabajar la iluminación. Podrás descubrir todo ello en la guía de iluminación para la farmacia que hemos preparado para ti.