Los estudios estiman que una persona puede recibir en un día una media de 3000 impactos de comunicación. Ni más ni menos. Ante tal saturación de información, nuestro cerebro se ha vuelto exigente y selectivo y solo se activa y muestra interés cuando lo que aparece ante él es lo suficientemente creativo, sorprendente y personalizado. Esto, trasladado a nuestra farmacia y la comunicación con nuestro paciente-cliente, supone un gran reto: ¿cómo conseguimos que se interese por lo que queremos contarle?

La respuesta la encontraremos en el cómo y en el qué. Y una vez más, la tecnología vuelve a estar en el centro de la cuestión.

El cliente responderá como esperamos si le lanzamos mensajes a través de un medio poco intrusivo, con el que esté familiarizado y se sienta cómodo. Para que destaque sobre el resto, también deberá ser diferente y original. ¿Cómo lograrlo? El Digital Signage aúna estas cualidades ofreciendo resultados muy positivos.

“El contenido se convierte en el elemento clave para enamorar al paciente-cliente y convencerle de que deposite su confianza en nosotros.”

Mejorar la experiencia de compra, potenciar la comunicación y efectividad de campañas, educar a los pacientes sobre aspectos relacionados con su salud, motivar la compra de productos de categorías determinadas,o anunciar los beneficios que ofrece nuestra botica por fidelización y recurrencia… Las pantallas en la farmacia pueden ayudarnos a cumplir estos objetivos y muchos otros si analizamos el recorrido de nuestro espacio de salud y localizamos la ubicación adecuada para cada mensaje.

Pero los beneficios del digital signage no se quedan ahí. También nos ayudará a agilizar la comunicación de nuestra farmacia, y nos permitirá trabajar mucho mejor en la personalización de los mensajes. ¿Quieres descubrir cómo puedes alcanzar el éxito a través de la comunicación en pantallas?, ¿necesitas ayuda para montar tu estrategia de contenidos?