Con el fin de las vacaciones y la llegada de los últimos días de verano, toca afrontar la “vuelta al cole” con las pilas cargadas y ponerse manos a la obra para preparar un nuevo “curso”. Los titulares de negocios saben que septiembre es el mes de detenerse a pensar y organizar sus acciones para los próximos meses si lo que quieren es multiplicar sus beneficios aumentando las ventas. Y en Concep· queremos ayudarte a que tu también lo consigas.
Black Friday, Cyber Monday, Navidad, San Valentín… El calendario está cargado de fechas que debes señalar para aprovechar y potenciar la rentabilidad de tu farmacia. ¿Por qué es tan importante que lo hagas? Porque serán días en los que nuestro cliente potencial salga en busca de ofertas, promociones y, en definitiva, a comprar. ¿Qué mejor momento que éste para conseguir que lo haga en nuestra farmacia?
Sin embargo, la clave para alcanzar el éxito en estos días es la estrategia, planificación, organización y comunicación. Para ello, diseñar un plan de campaña para la farmacia es tarea imprescindible, y hacerlo con la antelación suficiente nos asegurará minimizar los riesgos y dar pasos sobre seguro.
¿Qué aportan las campañas promocionales a la farmacia? Dinamizan el espacio de venta, aportan novedad, crean expectación en el cliente, son un reclamo perfecto para motivar su interés, refuerzan su fidelidad, mejoran la imagen de marca y, en definitiva, nos permiten ofrecer una mejor experiencia de compra.
“La clave para alcanzar el éxito en estos días es la estrategia, planificación, organización y comunicación.”
Pero como ya hemos adelantado, para que todas estas cosas ocurran, la campaña debe diseñarse cumpliendo unos requisitos imprescindibles, siendo los principales diseñarla con la antelación suficiente, hacerla siguiendo un planteamiento estratégico y comunicarla de manera efectiva.
Disponer del tiempo suficiente para crear una campaña nos permitirá encontrar el mejor día para lanzarla y, en función de él, marcar los timings para las diferentes fases de conceptualización y producción. Diseñándola estratégicamente, esto es, por ejemplo, teniendo en cuenta el entorno, la competencia y la mente del cliente, conseguiremos optimizar y rentabilizar el trabajo. Por último, encontrar el modo más efectivo de comunicarla nos ayudará a potenciar su efectividad y que al cliente le llegue el mensaje que queríamos transmitir.