¿Qué es la desmotivación farmacéutica?

Sin embargo, hay otro tipo de motivación que nos afecta directamente en el trabajo y es la motivación personal, la podemos definir como un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta de una persona hacia ciertas metas determinadas que uno se marca. Es el impulso que nos mueve de manera individual a realizar determinadas acciones y que estas acciones perduren en el tiempo hasta llegar a su culminación.

La motivación es un proceso, no es algo que se consiga en un instante, es por ello por lo que pasa por varias fases.

Las fases de la motivación.

  • Fase 1: La persona anticipa que se va a sentir bien o va a dejar de sentirse mal si consigue cierta meta.
  • Fase 2: La persona se activa y empieza a tomar acción para conseguir dicha meta.
  • Fase 3: La persona se va evaluando a sí misma para saber si va por el buen camino o no, es decir, va haciendo una retroalimentación y analizando si sus acciones le generan un buen rendimiento para estar más cerca de su objetivo final.
  • Fase 4: si logra llegar a esa meta, disfrutará del resultado obtenido y de la satisfacción personal que supone haberlo logrado.

«En la actualidad el estrés laboral está afectando enormemente a las personas, contribuyendo al surgimiento de problemas de salud, relaciones deficientes y pérdida de productividad laboral.»

Reconocer su trabajo: Hazles saber si están cumpliendo con los objetivos de la farmacia, no hay nada más gratificante que reconozcan tu trabajo, por pequeños logros que sean.

Escuchar sus propuestas: Realizar reuniones periódicas de manera grupal e individual es fundamental, genera confianza y da lugar a un sentimiento de libertad y compromiso, formar parte de algo, sentirte escuchado, que tus ideas tengan lugar dentro del equipo.

Marcar objetivos claros: Los objetivos tienen que ser claros, equitativos y alcanzables. Establece los objetivos de manera justa y objetiva, es la mejor manera para que se impliquen en su consecución.

Ofrecer retroalimentación: En las reuniones grupales, debemos señalar tanto los aspectos positivos (logros conseguidos y cualidades, aptitudes y actitudes positivas de tu equipo), como aquellas áreas susceptibles de mejora, podemos pedirles opinión para generar entre todos ideas para mejorar.

Estrés en la farmacia

Manifestaciones emocionales: irritabilidad, ansiedad, problemas de sueño, depresión, hipocondría, alienación, desgaste, problemas familiares…

Manifestaciones cognitivas: dificultad para concentrarse, recordar cosas, aprender cosas nuevas, tomar decisiones…

El estrés laboral es la respuesta, física y emocional, a un desequilibrio entre las exigencias percibidas y las capacidades de que tenemos para hacer frente a esas exigencias. El estrés laboral dentro de la farmacia es algo muy habitual, sobre todo en farmacias donde la organización y la gestión no son del todo adecuadas, es importante reconocer el estado de nuestra farmacia y sobre todo, es aún más importante valorar el estado de nuestros farmacéuticos, cuidar de ellos nos ayudará a conseguir la farmacia que deseamos tener.